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Capturas de ficción

Johnny Guitar. De nuevo.

Ideales de belleza

Mi amiga Blanca llegó flipada con este vídeo. No sabía de quién era.

Le llegó a través de un amigo, quien lo había recibido a su vez de un amigo de otro amigo.

Como quiero compartirlo, lo he subido a youtube para que todos lo podáis ver.

Un curro enorme y no puedo poner quien lo ha hecho. Una pena.

Paraisos 1

Patagonia. Todavía quedan paraísos.

Para L.

Justin y Sandrine lo rodaron en 2005. 

El mejor actor

El otro día, mi admirado José Sacristán dijo, en una entrevista en el programa de Radio 1 Asuntos Propios, que Carlos Kleiber había sido el mejor actor sobre un podio de director de orquesta. Y no le falta razón. Su expresividad, sus movimientos, su mirada, la forma que tenía de mover la mano izquierda, terminaban por hipnotizar al oyente casi más que la propia música que tan apabullantemente interpretaba.

El mito se creó por su personalidad esquiva, por ser hijo de otro de los más grandes directores, Erich Kleiber, y su negativa a formar parte de una industria devoradora de talentos. Un francotirador dotado de un extraordinaro don para la melodía y la expresividad. Su leyenda arrastra anécdotas gloriosas, como aquella que sólo dirigía cuando se le vaciaba la nevera, o como la de que no había concedido una entrevista en 30 años.

Pero yo no me dí por vencido, aunque mis intentos por entrevistarle se redujeron a un educado pero firme buenos días y hasta la vista. Un encuentro fugaz a las puertas de un hotel que me permiten presumir de haber cruzado unas palabras con el que, si no ha sido el más grande, sí ha sido el personaje más fascinante de la dirección de orquesta del pasado siglo. Una fascinación que ha contribuido a que mi amor por la música sea indestructible. Recordar su cuarta y séptima sinfonías de Beethoven en Tenerife y Las Palmas todavía me pone los pelos de punta. Y eso a pesar de mi nula mitomanía.

 

Irrepetible

Louis Armstrong, What a Wonderful World

Genio

El genio se compone de un dos por ciento de talento y de un noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación.

Ludwig van Beethoven (1770-1827)

Ivo Pogorelich en Tenerife

Viene al Auditorio de Tenerife el próximo 18 de enero sustituyendo a Murray Perahia

Un lujo por otro lujo

¿Son los mejores?

Tan moderno que parece escrito mañana

Miles Davis & John Coltrane. So What 

Cheers

Cada Navidad lo mismo. Me planteo que en una ocasión especial, los vinos tienen que estar a la altura. Al fin y al cabo, es una vez al año... Si se tiene un presupuesto holgado, resulta muy fácil. Tiras de bodegas de prestigio con precios igualmente prestigiosos. Pero eso no tiene mérito. No resulta divertido.

Como es una celebración, nos pondremos un presupuesto tope de 50 € por botella. Una pasta, pero son malos tiempos para los buenos precios.

Ahí va una propuesta:

Con el marisco y el pescado: champán, champán y más champán. Y si es rosado...Los hay muy buenos: Billecart Salmon (50 €. La primera vez que lo probé, aluciné), Ruinart Rosé (50 €) o Taittinger rosé (45 €). Entre los blancos, Bollinger Special Cuvée (35 €).

Con el cordero: San Vicente (Rioja, 30 €), Alión (Ribera del Duero, 30 €).

Platos de caza y carnes rojas: Trío Infernal (Priorato, 30 €), Enrique Mendoza Santa Rosa (Alicante, 20 €).

Y para los postres: Dow Tawny 20 años (Oporto, 40 €), Chivite 125 Aniversario Moscatel (Navarra, 25 €, media botella).

Un blog para estar informado

Es muy potente.

La Huella Digital

Ay, la tecnología...

Revolucionarios

No me imagino como la música hubiese avanzado sin ellas

- Variaciones op. 31 de Arnold Schoenberg
- 4'33'' de John Cage
- La Consagración de la Primavera de Igor Stravinsky
- Tristán e Isolda de Richard Wagner
- L'Orfeo de Claudio Monteverdi

Ravel

Se han acabado las vacaciones. Ravel está sentado al piano, sólo en su casa, con una partitura delante, un cigarrillo en los labios y como siempre impecablemente peinado. Bajo el batín de solapas claras y pañuelo a juego con éstas, lleva una camisa de rayas grises y una corbata color bronce. Su mano izquierda, en posición de acorde, está posada sobre el teclado mientras que la derecha, armada con un portaminas metálico colocado entre los dedos índice y corazón, anota en la partitura lo que la izquierda acaba de ejecutar. Como de costumbre está retrasado en su trabajo y acaba de sonar el teléfono, el editor le ha recordado una vez más que aquello urge. Debe dar lo antes posible fechas para los ensayos de esa obra venidera, que ha anunciado pero de la que nadie sabe nada. Sonríe pero no se advierte. Está bien, quieren que se ensaye, pues conforme, se ensayará. Tendrán su ensayo.

Ravel , de Jean Echenoz

The Man with the Movie Camera, de Dziga Vertov (y V)

Cosas interesantes

El Hombre que Comía Diccionarios

The Man with the Movie Camera, de Dziga Vertov (IV)

AVE

Silencio

- Ajá, contestó mientras contemplaba su reflejo en la ventanilla del tren. Con el dedo índice hizo el gesto de estirarse la piel de los ojos. Pensó que cada vez era más difícil disimular las patas de gallo. Se preguntó cómo harían las mujeres mientras manoseaba los auriculares con los que, hasta un minuto antes, había estado escuchando una película de gángsters que veía por cuarta vez este mes.

- ¿Es imprescindible que nos veamos por la tarde? preguntó. Las almohadillas de los auriculares se deshicieron entre sus dedos.

- Bien, mañana pues. A las seis.

Giró la cabeza hacia su mujer, sentada al lado. Olía a la misma laca que usaba desde hace treinta y cinco años. Esa misma mañana había ido a la peluquería. La vio muy guapa. Sin patas de gallo. Ella, sintiéndose observada, le miró.

- Nada, la adjunta de mi jefe. Que me reúna con ella mañana. No tienen ningún respeto convocándome en mi tiempo libre.

Su mujer le miró un segundo y, enseguida, regresó a las páginas del Hola que hojeaba sin demasiado interés.

- Ya..., asintió en voz baja.

No se sentía decepcionada ni preocupada. Lo que le sorprendía es que su marido pensase que todavía colaba. Cerró la revista y apoyó la cabeza recién peinada sobre el asiento. Lo que le molestaba de verdad no era que se acostase con otras. Era que la tomase por tonta.

Un blog horizontal

La Mala Rosa